Gracias al esfuerzo de un grupo de preclaros hombres, se fundó la Biblioteca Popular de Jujuy el 27 de octubre de 1899.
Según consta en el Acta Nº 1 se formó una Comisión presidida por el Comandante Adalberto Rivadavia.
El 28 de enero de 1900 se hizo cargo de la Presidencia el Dr. Octavio Iturbe y, en una modesta habitación de una vieja casona de calle Lavalle, comenzó recién a funcionar la Biblioteca Popular de Jujuy, el 1º de marzo de 1902.
Por Ley Provincial Nº 118 del 25 de agosto de 1906, el Gobierno expropió un lote situado frente a la Iglesia San Francisco, conocido como “Terreno de la Virgen” porque, en una pared del fondo, su propietaria -doña Salomé Saravia de Rodríguez- tenía en un nicho la imagen de Nuestra Señora de la Concepción.
Gracias a subsidios del Gobierno Nacional y Provincial se comenzó a edificar y se construyó un salón grande, uno chico, cuatros habitaciones, dos patios y dependencias. Al salón grande se lo adornó con molduras de papel maché traídas desde Alemania, que aún se conservan.
Con una velada de gala se inauguró el edificio el 24 de mayo de 1909. Era una suntuosa construcción para la época. El estilo arquitectónico, la decoración de su salón principal de lectura y la amplitud de sus interiores le dieron una notable característica de progreso.
El edificio tuvo varias reformas, contando actualmente con ámbitos específicos para cada una de las prestaciones que brinda.
El material bibliográfico se actualiza constantemente, atesorando aproximadamente 50.000 volúmenes.
Según consta en el Acta Nº 1 se formó una Comisión presidida por el Comandante Adalberto Rivadavia.
El 28 de enero de 1900 se hizo cargo de la Presidencia el Dr. Octavio Iturbe y, en una modesta habitación de una vieja casona de calle Lavalle, comenzó recién a funcionar la Biblioteca Popular de Jujuy, el 1º de marzo de 1902.
Por Ley Provincial Nº 118 del 25 de agosto de 1906, el Gobierno expropió un lote situado frente a la Iglesia San Francisco, conocido como “Terreno de la Virgen” porque, en una pared del fondo, su propietaria -doña Salomé Saravia de Rodríguez- tenía en un nicho la imagen de Nuestra Señora de la Concepción.
Gracias a subsidios del Gobierno Nacional y Provincial se comenzó a edificar y se construyó un salón grande, uno chico, cuatros habitaciones, dos patios y dependencias. Al salón grande se lo adornó con molduras de papel maché traídas desde Alemania, que aún se conservan.
Con una velada de gala se inauguró el edificio el 24 de mayo de 1909. Era una suntuosa construcción para la época. El estilo arquitectónico, la decoración de su salón principal de lectura y la amplitud de sus interiores le dieron una notable característica de progreso.
El edificio tuvo varias reformas, contando actualmente con ámbitos específicos para cada una de las prestaciones que brinda.
El material bibliográfico se actualiza constantemente, atesorando aproximadamente 50.000 volúmenes.
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